Presidencia de Alfonsin 1983
Gobierno de Alfonsín (1983-1989)
Cuando Raúl Alfonsín asumió la presidencia el 10 de diciembre de 1983, tras
casi 7 años de dictadura, incluida la guerra de las Malvinas, y en el marco de
una grave crisis de deuda regional, no
contaba con grandes proyectos políticos, más bien, su promesa de la plena
vigencia de la constitución y su discurso que esperanzo a todos los Argentinos “con la democracia se come, con la democracia
se educa, con la democracia se cura”… significaba el retorno a una democracia en paz.
Las prioridades del presidente al iniciar su
gobierno eran los derechos humanos y la deuda externa. Su propuesta fundamental
era la construcción de un Estado de derecho donde los culpables de los atroces
crímenes cometidos durante la última dictadura pudieran ser castigados. Además
el estado económico del país era duro como consecuencia de la política
económica heredada del gobierno militar que arrastró al país a la ruina. En
cuanto a lo Cultural y educativo, el retorno a la democracia significó la libertad
de expresión y de creación.
Defensa de los derechos
humanos.
A fines de la dictadura y
comienzos de la democracia, aparecían diariamente cientos de cadáveres NN, por ello una de las primeras medidas de Alfonsín fue
crear la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP decretado
en diciembre de 1983), que tenía la función de investigar y reunir pruebas
sobre los secuestros, la tortura, los asesinatos, el destino de los
detenidos-desaparecidos, y las prisiones secretas ilegales.
Miles de denuncias fueron
hechas, por lo que comenzaron los juzgamientos por un tribunal de apelación
civiles. Los decretos de Alfonsín preveían como primera instancia del juicio a
las Juntas, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, y como segunda instancia,
la Cámara Federal.
Hubo diferentes condenas
como ser: cadena perpetua, inhabilitación absoluta perpetua, accesoria de
destitución y pago de las costas al teniente general Jorge Rafael Videla y al
almirante Emilio Eduardo Massera; el teniente general Roberto Viola recibió 17
años de condena en condiciones similareas a las mencionadas anteriormente, asi
tambien fue para el almirante Armando Lambruschini (8 años) y al brigadier
general Orlando Ramón Agosti (4 años y 6 meses)y se dictaminó las absoluciones para Galtieri,
Graffigna, López Anaya y Lami Dozo.
Estos últimos fueron considerados bajo la sentencia de “obediencia
debida” por medio de la cual se descargaba de responsabilidad a los oficiales
de menor graduación que hubieran obedecido órdenes de sus superiores, incluso
cometiendo “excesos” ilegales como la tortura.
Las condenas no llegaron
a satisfacer a miles de damnificados por el terrorismo de Estado sin embargo se
sanciona la ley de punto final que imponía un
límite para presentar acciones penales contra militares o policías que
hubieran actuado ilegalmente en la represión.
Al mismo tiempo se disminuyó el poder de los militares, reduciendo su
presupuesto (que se destinaría a educación) y pasando oficiales de alto rango a
retiro. Estas medidas y los juicios provocaron distintas reacciones: la
colocación de bombas por bandas clandestinas, acusaciones al gobierno de
“marxista” y a las asociaciones de derechos humanos de “terroristas”, reuniones
contra el gobierno por parte de FAMUS
(Familias de los Muertos por la Subversión), etcétera.
El descontento militar se
hizo sentir, cuando una centena de militares se embetunaron la cara en señal de
guerra y bajo el mando de Aldo Rico se sublevaron en Campo de Mayo, el reclamo
era entre otras cosas, reivindicar la “lucha contra la subversión”, amnistía,
suspensión de citaciones judiciales y cese de la “campaña de hostigamiento a
las Fuerzas Armadas en los medios”.
De esta manera fueron
sicitando las rebeliones y en enero de
1989 un grupo guerrillero denominado Movimiento Todos por la Patria –liderado
por Enrique Gorriarán Merlo– atacó el cuartel de la Tablada creyendo que con
eso salvaban al país de un supuesto golpe militar planificado por los
“carapintadas”. El ejército aprovechó para hacer una demostración de fuerza y
señalar cómo ellos podían aplastar a la subversión marxista que aún estaba
viva. Un gran combate contra un pequeño núcleo les sirvió para reivindicar su
rol.
Defensa de los derechos Humanos |
Las condiciones Económicas.
Desde el plano económico
El ministro Bernardo Grinspun presento una propuesta redistributiva que pudiera
mejorar los salarios de los trabajadores, reactivar la economía por medio de
créditos a los empresarios medios y que abasteciera a los sectores indigentes con los alimentos
básicos para su subsistencia. Así nació el PAN (Plan Alimentario Nacional), que
consistía en la entrega de cajas con alimentos.
A este contexto económico
del país se le sumaba dos factores que desmejoraban la situación, por un lado
se redujeron los precios de los
productos agrícolas a nivel mundial, por lo que, aquello obtenido de las exportaciones era cada vez menor. Por otra
parte los Estados Unidos aumentaron unilateralmente el tipo de interés que
debíamos pagar por la deuda externa, por lo que se agregaron 600 millones de
dólares a la deuda.
No se contaba con capital
para el pago de la deuda y tampoco se
podía obviar estos pagos ya que ello implicaba la pérdida de credibilidad en el
mercado Argentino (pérdida de mercados de exportación y prohibiciones sobre
importaciones esenciales, como bienes de capital, repuestos, nueva tecnología y
suministros médicos, entre otros), la única salida era la renegociación de la
deuda mediante el plan Baker.
Pero este plan acarreaba
un impacto recesivo que, si se lo
trataba de paliar, provocaría inflación, y esta traería disminución del nivel de vida y
descontento popular. Es decir, Alfonsín heredaba una situación económica que lo
dejaba en un callejón sin salida.
El ministro Grinspun no
podía seguir conteniendo la inflación, presionado, Alfonsín reemplazó a éste por Juan Sourrouille, con
quien anuncio el nuevo plan económico denominado
Plan Austral, que era la nueva moneda en remplazo del peso argentino. El mismo estaba
destinado a contener la inflación. Así también el gobierno disminuyó su
deuda con los proveedores nacionales con la aplicación de la desindexación:
descontó de los montos que debía, el incremento que supuestamente muchos
abastecedores habrían sumado a sus facturas para evitar que se deteriorara su
ganancia por la inflación. La “indexación” (incremento que se establecía en
momentos de inflación según el índice del aumento del costo de vida, de
materiales o de mano de obra) quedó prohibida, y la administración radical tuvo
cierto respiro.
El austral fue efectivo en los primeros años
de su aplicación pero 1988 hubo un
rebrote inflacionario por lo que el
gobierno lanzó el plan “Primavera”, a fin de que la inflación estuviera
controlada para las elecciones del 14 de
mayo de 1989, Sin embargo Con la devaluación
del peso en febrero, la carrera de los precios fue irónica, y la economía se
descontroló.
Moneda Argentina Austral. |
Detrás de largos períodos
de alta inflación, se había llegado a la hiperinflación, donde los precios se
remarcaban todos los días e incluso dos veces por día: sólo durante el mes de
julio se registró una inflación de casi el 200 %, la credibilidad del equipo
económico estaba afectada y ya se habían sucedido varios ministros sin éxito. Existieron saqueos
de almacenes y supermercados por parte de gente que estaba al borde del hambre
y por otra que aprovechaba la situación, estimulados por opositores que querían
provocar una imagen caótica.
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